Lluvia.
Hablando en el contexto de Monterrey (y sus áreas aledañas: Guadalupe, San Nicolás, Santa Catarina, Apodaca
) la palabra lluvia es sinónimo Zona de Desastre
Con estas fechas pasadas de calor la gente realmente extraño las lloviznas sabrosas que refrescaban el ambiente. Pero cuando comenzaron las amenazas de lluvia la población se dio cuenta de cuan molesto es el bochorno en una ciudad que su temperatura mínima se alcanzaba en la madrugada y era de 32ºC.
Siendo sincero yo tengo cierto problema para retener sensaciones en la mente, me refiero a que, no recuerdo que el año pasado halla sido tan caliente y horrible como este. Pero si no recuerdo ni a que me supo la leche con chocolate del desayuno, bueno, poco puedo estar seguro de mis tristes recuerdos de hace un año.
El punto es que, un buen día de lluvia para el que no estamos preparados destruye el débil balance de nuestra sociedad.
La gente llega tarde a sus citas, los niños no quieren levantarse de sus camas, la gente no
puede escapar de sus trabajos pues al rededor del edificio en el que laboran hay un río que, a menos que uno sea saltador de distancia olímpico lo mas seguro es que te partas la madre. Y te mojes.
Y los accidentes están a la orden del día. Escuchando la radio, (no me gusta realmente escucharla, pero la única estación que tolero es la 106.9 Classic) con el noticiero de las 8 de la mañana el buen Joel Sampayo Climaco nos pone al tanto de por lo menos 3 percances en Gonzalitos, otros dos en Constitución y Morones además de algunos en Garza Sada y Universidad. Y solo ha llovido un par de horas en
la mañana!!. Eventualmente te enteraras de que a una señora junto con dos hijos de ella y dos mas prestados se los llevo el cause del Río Misceláneo, y que un carro se hundió con una familia dentro en algún otro charco/deadly trap for dummies que crece con el agua fría.
Como historia familiar mi papá tiene en su anecdotario 2 accidentes significativos en días lluviosos: Atropello a un ciclista y a un viejito sin oficio ni beneficio.
A mi me gustan mucho los días lluviosos, disfruto mucho de un café, un cigarro y las gotitas de lluvia escurriendo por el paraguas. Lamentablemente la gente es estúpida y cree que precaución es hacer las mismas idioteces al volante pero girando la cabeza en vez de ver los espejos retrovisores, o que el otro conductor entenderá que se pasó el rojo porque "los frenos no amarran bien en días de lluvia". No nos hagamos pendejos, las cosas malas pasan porque uno mismo mete la pata como conductor o como peatón, o como civil puerco que tira la basura en la calle y tapa las alcantarillas y demás (mal hechos) intentos de drenaje pluvial y cosas así.
