lunes, 18 de julio de 2011

Caigo en cuenta .:.

Es bien sabido en las esferas sociales donde me rodeo, que soy una persona sencilla y mamona, metiche, inoportuno, atento y gracioso. Todo esto gracias a mi peculiar habilidad multifacética. Es como en el Final Fantasy donde escoges el "job" de tu personaje, y si en ese momento no te sirve, pues bien, pones pause y cambias la esferita para que ahora en vez de paladín sea asesino.

Los problemas ocurren cuando por falta de interés dejo caer esas máscaras, o simplemente por goce personal, prefiero mostrarme mas cruel ante la persona que menos lo merece.

Porque esta en la naturaleza de todos mentir, pero esta en la de otros seres mas viles sacar provecho a costa de este don.

Aun así los sentimientos que conlleva cada acción están ahí, solapados por el hecho de que son propiciados y por ende, infinitamente menos intensos de lo que deberían ser.

El león no elige ser carnívoro y matar para sobrevivir, es con lo que le toca lidiar. Afortunadamente el no conoce el remordimiento... o la escena social que lo tachará de pecador, mal amigo o indeseable.

Pero mientras los pequeños juegos no agiten las aguas de los amigos íntimos, ¿Qué tiene de malo envenenar los ambientes apacibles? Quizá vemos mal al chico que pone alcohol en el ponche, pero ¿A poco no nos animo un poquito la fiesta?

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